La vuelta: creemos en los jóvenes y creamos para los jóvenes
La Vuelta es un medio de comunicación que se formó en 2020, cuando un grupo de compañeros del pregrado de periodismo de la Universidad de Antioquia nos juntamos porque queríamos hacer un periodismo distinto, que le diera importancia a los jóvenes de Medellín y a esos temas que nos preocupan. Todo fue impulsado por el proceso de movilización nacional que protagonizaron los jóvenes en todos los rincones del país entre 2019 y 2021, que dejó en evidencia la falta de espacios de expresión e información para toda esa ciudadanía joven que tiene una visión distinta del país y que tiene nuevas formas de consumir información.
El colectivo está conformado por 7 personas que aportan desde sus capacidades y sus posibilidades. Además de estudiantes de periodismo, también han participado estudiantes de artes y de ciencias políticas. Por el medio han pasado alrededor de 12 personas que han aportado desde sus conocimientos de manera voluntaria, lo que ha generado toda una red de apoyo que si bien es fluctuante, siempre estará dispuesta a aportar a los proyectos del colectivo. Nuestras temáticas vinculan a los jóvenes como fuentes y protagonistas de las historias, además de incluirlos en la realización de los contenidos tanto en la planeación como en la ejecución publicación e interacción. Se busca también que nuestro medio sea una plataforma donde los jóvenes puedan encontrar oportunidades para crecer en sus emprendimientos, y establecer contactos con colaboradores y mecenas.
A futuro queremos consolidarnos como medio, por lo que estamos constantemente estudiando nuestra audiencia y buscando formas de financiación para hacer de La Vuelta un parche sostenible y de calidad.

Lo que defendemos:
Nuestra apuesta editorial es la defensa de las juventudes, entendiendo la juventud más como nuestro territorio que como nuestra frontera, y asumiéndola como una condición que si bien está dada por un contexto común (Medellín, Antioquia y Colombia), está atravesada por un sinnúmero de factores sociales, culturales y económicos que la hacen diversa, en todo el sentido de la expresión. Reconocemos y protestamos ante la discriminación, estigmatización y persecusión a la que históricamente se han visto sometidos los jóvenes, principalmente los jóvenes pobres, racializados, discapacitados, desplazados, inmigrantes y sexualmente diversos. Vemos en el periodismo, además de un mecanismo de defensa ante esa opresión, una ventana de expresión e información para nosotros mismos, en contraste con los medios comerciales, tradicionales e institucionales, que nos anulan, nos señalan o nos subestiman.
Además de ser jóvenes, somos jóvenes en Colombia, y particularmente en Medellín, lo que implica una responsabilidad histórica de transitar hacia una sociedad más justa, más incluyente y menos violenta. En ese sentido, reconocemos la necesidad de un periodismo que busque entender las causas de la violencia, la desigualdad y la exclusión, para avanzar en la búsqueda de una ciudadanía informada que identifique a los culpables y no repita los ciclos que han traído desgracia.
Como jóvenes del siglo 21 valoramos con especial ímpetu las luchas y los logros del movimiento feminista, ya que nos preocupa ver cómo día a día las mujeres son acosadas, abusadas, discriminadas y perseguidas en todos los contextos de su vida. Nos entusiasman los avances en el reconocimiento de derechos de la población LGBTIQ+, teniendo en cuenta por lo que han tenido que pasar las diversidades sexuales a lo largo de la historia y a lo que se enfrentan aún. Entendemos el rol determinante que tenemos como medio de comunicación en la creación de imaginarios incluyentes alrededor del género.
Como seres humanos, nos alarma la cantidad de personas que diariamente viven sin lo necesario a causa de la desigualdad y la acumulación. Muchas de esas precariedades pasan de agache en nuestro día a día, incluso ahora cuando se ven agudizadas por los efectos de la crisis climática en las poblaciones más vulnerables. Es necesario un compromiso mayor por los asuntos medioambientales y nos resulta inconcebible un periodismo que no haga algo al respecto, por eso esperamos aportar a la mitigación de estas problemáticas de acuerdo a nuestros conocimientos y capacidades.
No creemos en la objetividad, en la imparcialidad, ni en la capacidad (o defecto) de equilibrar las cargas cuando se trata de informar las injusticias. Nos comprometemos con los menos favorecidos y entendemos los peligros que guardan las falsas equivalencias. Sin embargo, como estudiantes de periodismo de la Universidad de Antioquia, sí creemos en la transparencia de enunciar desde dónde emitimos la información y asumimos el compromiso de tender puentes, contrastar y escuchar el mayor número de puntos de vista para que a través del entendimiento del otro avancemos hacia una sociedad mejor, y paralelamente nos acerquemos lo máximo a eso que llaman ‘verdad’.
Entendemos el principio contrapoder como eje básico del periodismo, lo que debe traducirse en una distancia prudente hacia el Gobierno y el Estado, pero también hacia otros poderes económicos, empresariales, políticos y sociales que a veces pasan desapercibidos. Creemos fielmente en la independencia y eso incluye a ideologías, movimientos y causas, por más justas que nos parezcan.
Finalmente, estamos convencidos de que para hacer periodismo ciudadano y alternativo hay que hacer amigos. Guardamos un profundo respeto por las diferentes formas de concebir el oficio y tenemos nuestros brazos abiertos para ayudarnos, integrarnos y apoyarnos en la difícil labor de emprender es esta industria. Creemos que las redes colaborativas, más que la competencia, son las que nos permiten avanzar, sin que eso implique silencio cuando las circunstancias exijan dar conversaciones difíciles alrededor de lo que hacemos como gremio, como periodistas y como personas.